Sin categoría
El deporte es un placer
Porque no lo hago para castigarme
Todos los meses de octubre los gimnasios se llenan de gente ofuscada por el cargo de conciencia que supone haber estado todo el verano sin hacer deporte. Forma parte del ritual que da comienzo al otoño. ¿En qué momento el deporte ha dejado de ser una afición saludable y se ha convertido en una “actividad de agenda”, como quien va a inglés o a sacarse una muela?
Por alguna razón existen personas afortunadas que no necesitan estímulos extra para practicar deporte. La actividad física les sienta bien “per sé”. Se ponen los cascos, agachan la cabeza y disfrutan del propio placer del trote…o del paseo por el monte o del partidillo del fútbol sala… Pero luego están los que necesitan “apoyos”: Que vayan sus amigas, que no se sude demasiado, que no haga frío, que esté la chica que le gusta, que sea emocionante,…
Creo que cada uno hemos de encontrar nuestra manera de hacer deporte, nadie nos puede decir “cómo” ni “qué”. Es como cuando te vas a presentar al teórico del carnet de conducir: todo el mundo parece tener la clave par el éxito, pero la verdad es que al final cada uno encuentra su manera de hacerle frente al examen. Pues con el deporte es igual, la única premisa establecida es que hagas lo que hagas: disfrútalo. No lo conviertas una obligación.
Efectivamente el deporte es la mejor manera de quitarte esos michelines que te empiezan a preocupar…pero no debería ser la verdadera motivación: debería ser, sentirte bien. Yo personalmente todos los veranos bajo la intensidad de los entrenos. Simplemente mi cuerpo deja de pedírmelo…y no me preocupa…es así siempre. Escucha a tu cuerpo, porque casi siempre tiene razón.
Si no eres de las personas que disfrutan demasiado con el ejercicio físico tendrás que currártelo más para buscar tu técnica, no te será fácil, pero seguro que hay un deporte y un grupete a tu medida con quien compartirlo…créetelo, el deporte es un placer.

El mes de octubre y el retorno a los gimnasios. Un clásico
Leave a reply